La invasión de los "rostros"



No se extrañen si cuando despiertan en la mañana, abren las cortinas y ven a una "monumental" Penélope Cruz frente suyo. No están soñando, lo que pasa es que para variar lo están bombardeando. Esta vez con los personajes que vemos diariamente en los medios de comunicación. En verdad más que rostros, son un vil producto más... es como un tráfico de personas,pero lo que se trafica finalmente es la imagen, la identidad que representa y proyecta un personaje de moda.

No me cabe en la cabeza el por qué todas las grandes tiendas funcionan a través de "rostros" en sus campañas publicitarias: Pampita, Benjamín Vicuña, Jorge Zabaleta, Cecilia Bolocco, Penélope Cruz, Fernanda Urrejola, Sergio Lagos, Nicole, Valeria Mazza, Claudia Conserva, Tonka Tomicic, Fernando González, Miguel Bosé, Felipe Braun, Héctor Noguera, Felipe Camiroaga, Paz Bascuñán, Ignacio Franzani... ¿no será mucho?

Para ser honesta no sé qué sentido le dan a que una persona venda su imagen a una marca. Yo creo que es una "inversión mal invertida", valga la redundancia. Sólo falta que uno de estos "rostros" se mande una gran metida de pata para que toda su imagen se vaya a la mie... perón, a la basura.

La imagen es una cosa que cuesta mucho tiempo y esfuerzo construir. Las grandes marcas no tendrían por qué identificarse con una persona... ¿o acaso alguien va a ir más a Ripley, Falabella o París porque estos tipos lo dicen, porque la gente quiere parecerse a estos famosillos? Siempre me pregunto si estos rostros en verdad compran en las tiendas que promocionan?, probablemente las empresas más grandes les tengan un contrato de exclusividad donde no puedan meter ni las narices en alguna tienda de la competencia... Pero discúlpenme si difiero con el resto, pero yo no le veo la gracia o utilidad de los "rostros"... ¡me saturaron!



Señores,un humilde consejo: en vez de preocuparse tanto de hacer estudios de imagen de famosos para sus campañas publicitarias es mejor que no descuiden lo más importante: la calidad en el servicio.

Escuchen a sus vendedores,pónganles atención a la información que pueden otorgar. Capacítenlos con mejores tratos, observen cómo trabajan y préstenles sus oídos, no sus orejas. Ellos conocen muy bien a sus consumidores.

Finalmente la diferenciación basada en la publicidad no es suficiente. Más terreno y menos oficina, vaya a donde esté pasando todo, dónde se concretan las ventas, observe su entorno, preste atención y deshágase de las teorías aprendidas en libros de marketing (no invalido su contenido), pero si lo complementa con lo anterior, puede marcarse una gran diferencia entre el antes y el después. Y así no nos siguen saturando con rostros famosos... ¡por favor!

Eso si, si yo fuera famosa y me pagaran esos tremendos sueldos por aparecer en vallas, comerciales y revistas con un look moderno, cool y toda photoshopeada sacaría inmediatamente mi lápiz y preguntaría... "¿Dónde firmo?"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!

Mi nombre es Carlos, con respecto a tus planteamientos, lo encuentro muy interesantes.
Y me gustaría saber como llegas a esas conclusiones.